Las reglas de juego de las finanzas colaborativas han cambiado en este 2024 y, contrario a lo que pasaba en los últimos cinco años, hay más posibilidades para que diferentes jugadores entren a la cancha. Si bien el panorama es prometedor, también es clave entender cuáles son las principales novedades y su impacto en este ecosistema.
A comienzos de diciembre del año pasado, el Gobierno nacional expidió el Decreto 2105 de 2023 con el objetivo de consolidar un marco regulatorio que potencie el crecimiento de los mecanismos de financiación de la economía y promueva la inclusión financiera. Al mismo tiempo, sirvió como herramienta de actualización para el Decreto 2555 de 2010, relacionado con las finanzas colaborativas o crowdfunding. Esta práctica, que suele ayudar a las empresas a recaudar fondos sin mayores costos, también les da la opción de promocionar sus proyectos a nivel internacional, estrategia que, hasta hace poco, tenía serias restricciones.
Las finanzas colaborativas tuvieron su inicio al cierre de la administración de Juan Manuel Santos y en la primera mitad del gobierno de Iván Duque, que dieron apertura a estos modelos de financiación con los Decretos 1357 del 2018 y 1235 del 2020, que permitieron la existencia las primeras compañías de crowdfunding autorizadas y vigiladas por la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC). Ahora, con la modificación del decreto 2555 se amplían las empresas que pueden acceder a estos modelos, entre las que se incluyen los Patrimonios Autónomos, Fondos de Inversión Colectiva, Fondos Cerrados, Fondos de Capital Privado y Procesos de Titularización, entre otros.
Antes de la expedición del nuevo decreto, las empresas que querían financiar sus proyectos a través del modelo de crowdfunding en Colombia enfrentaban dificultades para ingresar a esos mecanismos. Dichas complicaciones radicaban, principalmente, en la falta de claridad en la definición de lo que era financiable y lo que no, la falta de actores en el mercado dispuestos o facultados a invertir en microfinanciación, y la poca claridad en las reglas de promoción y publicidad de esos proyectos.
Con el nuevo decreto, el asociado senior del equipo bancario, servicios financieros y Fintech de Brigard Urrutia, Nicolás Alonso, destacó que el Gobierno Nacional sí ha hecho un gran esfuerzo por modernizar el régimen legal aplicable a la industria de crowdfunding, lo que ayudará a generar un crecimiento significativo en la industria.
“El panorama va a cambiar bastante porque, con la expedición del nuevo decreto, las entidades que administren plataformas de crowdfunding podrán promocionar y ofrecer sus servicios a través de esquemas de corresponsalía, los fondos de inversión colectiva cerrados y los fondos de capital privado podrán acceder a financiación a través de dichas plataformas, y se permite el acceso de jugadores extranjeros”, añadió.

Cambios
Precisamente, los expertos consultados por Forbes Colombia destacan principalmente tres modificaciones: en detalle, la primera elimina la obligación de que solo aquellas empresas domiciliadas en Colombia puedan ser financiadas mediante plataformas de financiación colaborativa; la segunda, habilita a las plataformas que hayan financiado compañías para que los inversionistas con capital destinado en ellas puedan publicitar su deseo de vender sus posiciones; y la tercera, otorga la posibilidad de financiar no solamente empresas, sino otro tipo de vehículos financieros como los patrimonios autónomos o los fondos de capital privado, a través del instrumento de deuda.
En cuanto al primer punto, la directora de a2censo, Lina Parra, comentó que una parte importante de las empresas que hoy hacen parte del ecosistema de innovación y emprendimiento son aquellas que ya nacen con una vocación de levantar capital extranjero, y con eso en mente, son compañías que ya arrancan constituyéndose con un holding en el exterior, que normalmente propicia la inversión extranjera.
“Con este ajuste del decreto nosotros ya podemos financiar a ese tipo de compañías, siempre y cuando el 100% del proyecto productivo para el que se buscan recursos a través de la plataforma se desarrolle en Colombia. Eso es un cambio bien importante y con el cual creemos que se amplía mucho el espectro de empresas financiables, y por supuesto de cara a los inversionistas es una oportunidad para tener un portafolio más amplio de firmas para invertir”, añadió la ejecutiva en diálogo con Forbes.
Por su parte, la fundadora y CEO de Inversiones Bloom, Maryory Ávila, sostuvo que este es uno de los aspectos más positivos de la flexibilización del Decreto 2105, pues lo consideró muy valioso para otorgar nuevos ingresos a la economía dado que múltiples empresas que cuentan con filiales o figuras similares no podían acceder a estos modelos, forzando la búsqueda de capital fuera de Colombia, lo que implicaba una salida importante de recursos.
Con respecto al segundo cambio, Parra mencionó que se está revisando técnicamente cómo se va a hacer, para luego trabajar de la mano con la SFC. Mientras tanto, ya es posible que los inversionistas vendan dentro de la misma plataforma y que las mismas comunidades de inversión puedan manifestar su deseo de comprar esas participaciones. Eso le da cierto nivel de liquidez a los títulos que, hasta la fecha, no la tenían.
El nuevo decreto también demanda que las deudas adquiridas por empresas en modelos de crowdfunding sean reportadas a centrales de riesgo. De acuerdo con Ávila, esto es esencial para brindar un mayor apoyo a las empresas que solicitan recursos, permitiéndoles crear una mejor calificación crediticia que les abra aún más puertas en el sector financiero colombiano.
Incluso, la ejecutiva señaló que esta medida puede beneficiar a empresas con constituciones recientes que no pueden acceder a modelos de financiamiento tradicionales, pues les da la oportunidad de demostrar cómo pueden soportar una deuda y mejorar su reputación financiera. “Esto también nos permitirá tener indicadores cada vez más claros y precisos sobre los modelos de financiación colaborativa en el país”, agregó.
Al mismo tiempo, Alonso destacó que esta modificación puede otorgarle “bastante seguridad” al sector financiero a la hora de revisar estos procesos, pues en este tipo de negocios, la simetría de información y la transparencia en las condiciones del proyecto de inversión y de sus ejecutores es fundamental para fomentar el acceso de nuevos inversionistas. “El hecho de que se tengan que reportar a centrales de riesgo las deudas de estas operaciones solo facilita el proceso de toma de decisiones de los inversionistas, sean institucionales o no”, dijo.
Si bien esto era algo que ya se solicitaba desde que se expidió el decreto que le dio vida a la financiación colaborativa en Colombia en el 2018, actores como a2censo arrancaron con un esquema de deuda en el que reportar a centrales de riesgo “hace sentido” al tratarse de recursos que se financian, que tienen una amortización de capital y un pago de intereses.
Incluso, Parra subrayó que, cuando empezaron a explorar el tema de las acciones y las notas convertibles, herramientas que esperan lanzar próximamente, ese cambio se dio “porque nosotros lo solicitamos”. Al respecto, reveló que tuvieron un diálogo con la Unidad de Regulación Financiera (URF) donde dejaron claro que “no tiene sentido” que se reporten ahora las emisiones de capital porque “no son un pasivo financiero que va a tener pagos de capital con una vida cierta. No tiene 24 o 36 meses, sino que es una emisión de capital”.
El cambio en el decreto separa los instrumentos y estipula que, en el caso de las deudas, se tiene que seguir reportando en centrales de información financiera porque se computa con el pasivo financiero de la compañía. Cuando el resto de los actores del sistema financiero revisan si le otorgan otro crédito, deben analizar todo el pasivo. Eso incluye la deuda, cómo la ha pagado, cuál es el hábito y cuándo se terminará de pagar.
“Eso siempre se revisa cuando uno va a otorgar un instrumento de deuda, pero lo levantaron para los valores de financiación colaborativa representativos de capital. En ese sentido, ya no tenemos que reportar cuando hagamos una emisión de acciones, porque la verdad no tenía ningún sentido”, añadió Parra.

El Impacto
Gracias al nuevo decreto, el panorama para 2024 parece prometedor. En su segmento de deuda, a2censo está proyectando un crecimiento de cerca del 30%. Asimismo, Parra comentó que colocaron $15.500 millones en deuda durante 2023, por lo que esperan movilizar una cifra superior a $20.000 millones este año.
En cuanto al número de transacciones, Parra aseveró que depende de cuántos inversionistas entren, pues a veces entran algunos con tickets más grandes o más pequeños, por lo que la revisión de las transacciones se irá dando a medida que pase el tiempo.
Con respecto a la línea de acciones y notas convertibles, la directora de a2censo afirmó que de allí vendrá el crecimiento más importante al ser una línea que no tenían en el 2023 y con la que esperan movilizar recursos por encima de los $9.000 millones. “Estamos esperando que el mercado tenga una muy buena aceptación. Con eso, estaríamos creciendo ya sobre los casi $30.000 millones, y pues eso ya sería un aumento casi del 100% frente al año pasado”, añadió.
Por su parte, Alonso sostuvo que el impacto de los cambios en este nuevo decreto será “bastante profundo”, teniendo en cuenta que la publicidad de estos esquemas de financiación a través de corresponsales digitales y físicos va a impulsar exponencialmente la visibilidad de esos proyectos en donde los nuevos actores pueden invertir.
En segundo lugar, el abogado consideró que las pymes y emprendimientos del país podrán exponer sus proyectos productivos a los nuevos inversionistas institucionales que han ingresado al mercado en virtud del nuevo decreto.
“El hecho de que el nuevo decreto haya legalmente facultado a patrimonios autónomos, fondos de inversión colectiva cerrados, fondos de capital privado y vehículos con procesos de titularización para acceder a financiación a través de plataformas de crowdfunding es un grandísimo paso. ¿Cómo lograrlo? A través del diseño de proyectos productivos sustentados en estos nuevos vehículos y haciendo uso de las nuevas reglas de juego”, declaró.
Ávila mencionó que las posibilidades de la financiación colaborativa en el exterior han impactado positivamente a millones de empresas y personas. En el caso de Colombia, aseguró que el país está dando los primeros pasos, por lo que espera tener una evolución rápida en la que “todos los modelos pueden coexistir, que podamos tener nuevos mercados de negociación de valores de financiación, compra de acciones, préstamos a personas naturales, recompensas por el apoyo a empresas nacientes y miles de posibilidades que, de manera paulatina, tengan una mella positiva en la economía de toda la población”.
Los expertos consultados por Forbes Colombia también recalcaron que, al ser un mecanismo financiero de base tecnológica, la financiación colaborativa tiene la capacidad de llegar a casi todos los rincones del país. De acuerdo con Parra, el reto es mejorar el entendimiento del instrumento, porque inicialmente le es difícil entender que el empresario ya no tiene un acreedor, sino que les debe a los inversionistas que entran en su campaña. De ahí que, desde a2censo, trabajen de la mano de aliados como las Cámaras de Comercio e Innpulsa Colombia, dando a conocer el crowdfunding a lo largo y ancho del país.
Parece haber consenso en que el nuevo decreto crea un nuevo panorama donde las finanzas colaborativas pueden evolucionar hasta tal punto de crear un interés considerable tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, la necesidad de trabajar duro en términos de adopción y uso del instrumento se hace más evidente, sobre todo, si realmente se quiere sacar provecho de unas nuevas reglas de juego que permiten la entrada de más jugadores a la cancha.